El problema de la migración en el sector de los alimentos procesados 

 La migración química es el proceso por el que las sustancias químicas se transfieren a otros materiales o sustancias. El riesgo de que un material deje trazas tóxicas en otras substancias está inversamente relacionado con su densidad. Cuanto mayor es la dureza y densidad del material, menos riesgo hay de que los alimentos se vean afectados por el contacto con el mismo.

En el sector de los embalajes, por ejemplo, uno de los temas más polémicos es la migración química que se da en las botellas de plástico, ya que la estructura química y las propiedades de este material facilitan la liberación de sustancias en el medioambiente. Las normativas de la UE establecen requisitos legales para los objetos y materiales plásticos se utilizan en el almacenamiento de alimentos. 

El acero inoxidable, que es una aleación de acero y cromo, cumple con las normativas de higiene y su coste económico puede justificarse fácilmente. 

 

Propiedades higiénicas del acero inoxidable

Las excepcionales condiciones higiénicas del acero inoxidable se deben, sobre todo, a su superficie uniforme y sin porosidad, que dificulta que las bacterias y otros microorganismos encuentren un lugar donde reproducirse. Las superficies de acero inoxidable pueden limpiarse fácil y eficientemente, lo que hace que este material sea muy habitual en el sector de los alimentos procesados.

Además de las aleaciones de acero inoxidable y algunas cerámicas de uso industrial especializado, el vidrio presenta también una estructura superficial igualmente cerrada y densa. Sin embargo, se trata de un material frágil y poco adecuado en situaciones que requieren resistencia extrema. 

El acero inoxidable, por otra parte, se caracteriza por su resistencia y durabilidad excepcionales. Responde muy bien a la presión mecánica y soporta las variaciones de temperatura, todo ello sin perder sus propiedades higiénicas. 

Gracias a su composición química, el acero inoxidable ofrece una resistencia a la oxidación excepcional y puede tolerar el contacto con muchas sustancias químicas. Estas propiedades impiden que se oxide o que libere sustancias en los alimentos u otros productos con los que entre en contacto. 

 

El acero inoxidable es sinónimo de higiene.

El acero inoxidable es muy versátil. No solo puede encontrarse en el sector de los alimentos procesados, sino también en otras industrias donde la higiene y la durabilidad son algo imprescindible.  

 

  • Catering y restauración: el acero inoxidable es indispensable en restaurantes, cafeterías y comedores. Las mesas, los fregaderos y los utensilios de cocina fabricados con acero inoxidable son resistentes, fáciles de limpiar y contribuyen a crear un entorno higiénico. 

     
  • Medicina y farmacia: los instrumentos quirúrgicos, los implantes y los dispositivos médicos fabricados con acero inoxidable garantizan la máxima seguridad. En el sector farmacéutico, el acero inoxidable también sirve para evitar la contaminación en los procesos de producción y almacenamiento de medicinas. 

     
  • Arquitectura y construcción: el acero inoxidable tiene también múltiples aplicaciones en el sector de la construcción. En fachadas, barandillas, escaleras y puertas, los elementos fabricados con aleaciones de acero inoxidable dan atractivo visual y son resistentes a los elementos, duraderos y fáciles de limpiar. 

     
  • Otras aplicaciones del acero inoxidable: las aleaciones de acero inoxidable tienen también aplicaciones en otros campos, desde la industria química hasta la ingeniería mecánica o la automoción. Su versatilidad y sus propiedades excepcionales lo convierten en uno de los materiales más importantes de todos los tiempos.

 

Normativas de higiene para el acero inoxidable en el sector de los alimentos procesados

Hay una propiedad que define claramente las ventajas higiénicas y la facilidad de manipulación del acero inoxidable: la resistencia a la oxidación.  

No todas las aleaciones de acero inoxidable están protegidas en igual medida contra la oxidación: a mayor contenido de cromo, más resistencia a la corrosión. 

Las normativas de higiene vigentes determinan qué materiales pueden utilizarse en cada caso, y especifican el contenido mínimo de cromo que deben incluir las aleaciones de acero inoxidable según el uso que vayan a tener.  

Una de las más importantes es la normativa sobre el agua destinada al consumo humano, que especifica las aplicaciones del acero inoxidable y regula su uso en los sectores de los alimentos procesados y el envasado de alimentos. Esta normativa también establece medidas de protección contra la proliferación de gérmenes en tanques y tuberías. 

 

Sostenibilidad y reciclaje: el acero inoxidable como componente clave de la economía circular 

Una de las mayores ventajas del acero inoxidable es que es un producto ecológico y sostenible. Entre otras bondades, es completamente reciclable y encaja a la perfección con la economía circular. 

Ahora que la conservación de los recursos y la reducción de las emisiones de CO₂ están cobrando importancia, el acero inoxidable supone una forma eficiente de mejorar la sostenibilidad de los ciclos de producción. Cuando se utilizan materiales reciclados, la producción de aleaciones de acero inoxidable consume hasta un 70 % menos de energía que cuando estas se fabrican a partir de nuevas materias primas. Además, estos materiales tienen una larga vida útil, lo que disminuye la necesidad de producir piezas de recambio y contribuye aún más a reducir el impacto ambiental.

 

Nuevos avances en la producción de acero inoxidable 

El acero inoxidable ha demostrado su eficacia en numerosas aplicaciones. Pero este “acero imperecedero” todavía no ha demostrado todas sus posibilidades. Se está investigando para desarrollar nuevas aleaciones de acero inoxidable que ofrezcan más ligereza, robustez y resistencia a la oxidación. Estas innovaciones abren la puerta a nuevos casos de uso en entornos extremos y de alta tecnología.

También hay innovaciones constantes en el acabado de las superficies de acero inoxidable. Los nanorrecubrimientos permiten crear superficies antibacterianas más resistentes a los arañazos y que repelen la suciedad. Estos avances dan lugar a nuevas aplicaciones para las aleaciones de acero inoxidable en los sectores que necesitan una gran durabilidad y están regulados por normativas de higiene, como el sector de los alimentos procesados.

Al mismo tiempo, la impresión en 3D (english), lo que se conoce como fabricación aditiva, está transformando la fabricación de piezas de acero inoxidable. Ahora es posible producir componentes individuales de diseños complejos con total precisión y bajo coste. Estas propiedades dan lugar a nuevas posibilidades en sectores como la tecnología médica, la ingeniería mecánica y muchos otros.

El acero inoxidable es también una pieza clave de las tecnologías del futuro. Es un material esencial en la tecnología del hidrógeno, la tecnología de pilas de combustible y la movilidad eléctrica. Su durabilidad y longevidad contribuyen a la fiabilidad y eficiencia de estas tecnologías.

Estos avances confirman las propiedades del acero inoxidable que ya conocíamos, así como el papel clave que este material puede desempeñar en los retos y las innovaciones del futuro.