Tabla de contenidos
- Un clima de crisis en la industria de la madera
- El problema de las exportaciones
- Estudio: la producción de madera podría seguir cayendo
- Escasez de madera: las alternativas ecológicas ganan terreno
- Conclusión: la madera sigue escaseando y las alternativas continúan creciendo
Un clima de crisis en la industria de la madera
La industria europea de la madera atraviesa un momento complejo. La falta de materia prima ya está afectando directamente la producción, y todo apunta a que esta tendencia podría continuar.
Las asociaciones del sector en varios países de la Unión Europea ya alertan de una posible reducción de la jornada laboral en las empresas dedicadas al procesamiento de la madera, una medida que refleja la gravedad de la situación.
En muchas regiones, las serrerías se enfrentan al mismo obstáculo: la dificultad para conseguir suficiente madera blanda de los bosques locales para cubrir la demanda interna.
A esto se suman las interrupciones constantes en las cadenas de suministro, que complican aún más el panorama. Los datos lo confirman: según Eurostat, la producción de madera en rollo en la UE cayó a unos 510 millones de metros cúbicos en 2024, lo que representa una disminución del 6,8 % respecto al año anterior.
Los precios también muestran la presión del mercado. En 2025, el costo medio de producción de la madera y sus derivados en la UE fue entre un 7 y un 8 % más alto que el año previo.
Además, los precios de importación de los troncos de madera blanda aumentaron un 26 % en el primer semestre de 2025, mientras que los volúmenes importados apenas crecieron alrededor de un 5 %.
El problema de las exportaciones
Hay un factor que está complicando todavía más la situación: la madera europea sigue exportándose, incluso en un contexto de escasez. Grandes mercados como China y otros países fuera de la Unión Europea continúan siendo destinos importantes para este recurso.
Según los datos comerciales más recientes, la UE sigue siendo exportadora neta de madera en rollo, con un superávit de alrededor de 12,5 millones de metros cúbicos. Paradójicamente, más de la mitad de la madera procesada dentro de la UE proviene ya de importaciones.
Esto deja a muchas empresas europeas en una posición difícil: la madera local se exporta, mientras ellas deben competir por un suministro cada vez más limitado y costoso. Sin medidas efectivas que regulen las exportaciones, los fabricantes europeos se ven obligados a operar en un mercado global altamente competitivo y con una disponibilidad cada vez menor de materia prima.
Estudio: la producción de madera podría seguir cayendo
El panorama para el sector maderero europeo no es precisamente alentador. La estrategia de biodiversidad de la Unión Europea establece objetivos ambiciosos que, aunque buscan proteger mejor los ecosistemas, podrían tener un impacto directo en la producción maderera.
Un estudio reciente, titulado “Assessment of Possible Production Leakage from Implementing the EU Biodiversity Strategy on Forest Product Markets”, ofrece una visión bastante preocupante.
Según uno de los escenarios que analiza, la producción de madera en rollo en la UE podría caer hasta un 48 % para 2030 si las medidas de protección se aplican en su totalidad.
La mitad de esa reducción podría compensarse con más importaciones desde fuera de la UE, pero la producción de madera y pulpa dentro del bloque se vería afectada de forma considerable.
El informe también advierte sobre un posible efecto rebote: si la madera se vuelve demasiado escasa y cara, podría ser reemplazada por materiales como el hormigón, el acero o el aluminio, cuya fabricación genera muchas más emisiones.
En ese escenario, el beneficio para la biodiversidad podría verse contrarrestado por un impacto climático mayor.
Los autores del estudio subrayan la necesidad de equilibrar la protección ambiental con la disponibilidad de materias primas, de modo que Europa pueda avanzar hacia una sostenibilidad real y duradera.
Escasez de madera: las alternativas ecológicas están ganando terreno
Con la escasez de madera, los materiales alternativos están ganando protagonismo. Muchos consumidores y empresas ya no encuentran el tipo de parquet o revestimiento que buscan, lo que ha abierto espacio a soluciones más sostenibles.
Una de las opciones más populares es el linóleo, elaborado con aceite de linaza, harina de madera o corcho y otros ingredientes naturales.
El corcho también se consolida como una opción sostenible y versátil: se obtiene de la corteza del alcornoque, un recurso que se regenera rápidamente sin necesidad de talar el árbol.
En el sector de la construcción, los materiales poliméricos se están imponiendo como una solución práctica frente a la madera. Son fáciles de trabajar, resistentes a la humedad y ofrecen una buena durabilidad. Además, comienzan a destacar materiales como el hormigón de madera, el ladrillo silíceo-calcáreo, el hormigón de cáñamo y la arcilla, todos ellos con un gran potencial como materiales del futuro.
Incluso en el ámbito de la calefacción, surgen alternativas más sostenibles: las briquetas de corteza, fabricadas con residuos de madera prensada, tienen una humedad muy baja y ofrecen un rendimiento superior al de la leña seca tradicional.
Conclusión: la madera sigue escaseando y las alternativas ganan terreno
La falta de madera no se resolverá de un día para otro. Los precios al alza y la limitada disponibilidad están impulsando a empresas y consumidores a buscar opciones nuevas.
Esta situación también está acelerando la innovación: lmateriales sostenibles están dejando de ser una alternativa de nicho para convertirse en soluciones reales.
Adaptarse a tiempo será clave. Quienes adopten una visión más flexible y consciente del uso de la madera podrán superar la escasez y liderar la transición hacia una industria más sostenible.

